Los trabajadores de las minas de A Pontenova que todavía continúan vivos recibieron un cálido homenaje de sus convecinos. El segundo acto de estas características que se celebró recientemente en el municipio tuvo lugar el sábado y se enmarcó dentro del segundo Festival As Minas.
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Los trabajadores de las minas de A Pontenova que todavía continúan vivos recibieron un cálido homenaje de sus convecinos. El segundo acto de estas características que se celebró recientemente en el municipio tuvo lugar el sábado y se enmarcó dentro del segundo Festival As Minas.
La mayoría de los protagonistas no quisieron perderse el homenaje a Francisco Cancelas González, de 79 años, el de mayor edad de los antiguos obreros, quien recogió una placa conmemorativa. El propio Paco de Cancelas reconocía ayer que es un reconocimiento extensivo al colectivo de mineros que trabajaron en la explotación de hierro pontenovesa, como Fernando Paraje González, de 78 años, once de los cuales los dedicó a la explotación del mineral.
Además de Cancelas, otros operarios que todavía siguen vivos son Manuel Rodríguez Calvín, Manuel Lodos Díaz, José Fernández Lombardía y Generoso Díaz (no pudo acudir al acto por problemas médicos). También recordó la labor que desarrollaron Francisco Fernández, de la Casa de Picos, y Jesús de Miguel, de Villaouruz.
A pesar de que Francisco de Cancelas confiesa que en ocasiones le falla la memoria, todavía tiene muy vivos algunos recuerdos de cuándo trabajó en la mina: «Traballei catro anos escasos e despois no 1964 marchei a Alemania, eu tiña daquela 35 anos. Ao pouco, foi cando se clausurou todo isto».
Después de las distintas contiendas el promedio de trabajadores rondaba la treintena, una cifra limitada teniendo en cuenta que anteriormente la plantilla era de más de medio millar de trabajadores, según recuerda Fernando Paraje, también minero y solo un año menor que Francisco.
«O traballo era duro»
De los mineros vivos Paraje es el que más años trabajó en la explotación, desde 1953 hasta 1965. Recuerda cuando la Sociedade Mineira de Vilaoudriz (constituida en Bilbao en 1900) pasó a denominarse Coto Minero Villaodriz, con José Manuel Pérez Quiroga al frente.
«O traballo na mina era duro coma calquera traballo, pero houbo tempadas. Ultimamente chegara a ser moi duro», apunta el hoy jubilado Paraje.
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