El Superti-A Pontenova, club de la Primera Nacional B de fútbol sala, ha limpiado su imagen con la sentencia emitida hace unos días por el Comité Galego de Xustiza Deportiva. Este organismo jurídico viene de anular la sanción que le fue impuesta al conjunto pontenovés en junio del 2006 tras el encuentro frente al Bulevar Ribeira, disputado en San Tirso de Abres y correspondiente a los cuartos de final de la Copa Federación.
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El castigo, aplicado por unos presuntos altercados reflejados en el anexo posterior al acta redactado por los colegiados, incluía el cierre de su pabellón por un partido, una multa de 540 euros y la suspensión durante cuatro y dos meses respectivamente de sus jugadores José Manuel Piñeiro, ahora presidente de la entidad, y Angelote, que entonces era uno de los guardametas de la plantilla.
Una vez notificada la sanción, los dirigentes del club ya avanzaran que llegarían hasta el final para demostrar que los árbitros habían «falseado» el documento y que se estaba cometiendo una injusticia.
